MEDITACIÓN 15.9
Proverbios 15.18 “El hombre iracundo promueve
contiendas; mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla.”
Cuando surgen los conflictos, por lo general, buscamos a
alguien a quien culpar. Recuerdo la ocasión en que fui severamente recriminado
en la reunión de una organización. Pero, gracias al poder de Dios, pude
permanecer calmado y reaccionar de una manera agradable a Él.
Volverse al Señor en oración es
siempre la mejor manera de responder en una crisis.
Al hacerlo, podemos pedirle que nos dé:
Discernimiento espiritual. Dios
entiende el origen del problema, y puede darnos la capacidad de comprenderlo.
Quizás ha habido un problema de comunicación, o resentimiento, o haya sido un
error nuestro. Pero, con la ayuda del Espíritu Santo, podremos entender la
situación.
Tranquilidad.
Nuestra naturaleza nos impulsa a reaccionar de inmediato para tratar de
defendernos. Pero antes de actuar, debemos enfocar deliberadamente nuestra
atención en Dios, y experimentar la paz interior que Él promete (Juan
14.27).
Sabiduría.
El Señor dijo a sus discípulos que el Espíritu Santo les daría palabras
sabias para decirlas cuando se enfrentaran a autoridades hostiles (Lucas
12.11-12). Él hará lo mismo con usted. Si está tentado a responder
precipitadamente, pídale al Espíritu que ponga un sello en sus labios hasta que
el Señor le dé las palabras que deba decir, en el momento correcto (Salmos
141.3).
(De Encontacto.org)
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