lunes, 24 de agosto de 2015

“El Regalo Divino del Perdón”

MEDITACIÓN 24.8

Colosenses 3.12-14 “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de Paciencia;  soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.  Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.”

Motivado por el amor, Dios proveyó la manera de que nuestros pecados fueran perdonados. Envió a Jesús para ser nuestro Salvador; cuando confiamos en su sacrificio expiatorio a favor nuestro, recibimos su perdón.

Antes de poner la fe en Cristo, estábamos muertos en nuestros pecados y éramos objetos de la ira divina (Efesios 2.1-3). Pero nuestro misericordioso Padre celestial envió a su Hijo Jesús para redimirnos. En la cruz, el Salvador tomó sobre sí nuestros pecados y experimentó la furia de Dios por amor a nosotros. Su muerte nos aseguró el perdón —no había nada que pudiéramos hacer para lograr la aceptación de Dios. Somos salvos por gracia mediante la fe en Cristo y en lo que Él realizó (Efesios 2.8, 9). Nuestra salvación es un regalo del Padre celestial.

La voluntad de Dios es que, como personas perdonadas, mostremos misericordia a quienes nos agravian, hasta la medida en que Él nos perdonó. Pero la inclinación humana es imponer condiciones cuando se trata de tener misericordia. Pensamos: Te perdonaré solo si te disculpas como debe ser, o antes de que se me quite el enojo, debes arreglar el problema; e incluso, espero que pagues por el daño hecho, antes de que te perdone. Eso no es lo que nuestro Salvador hizo. Romanos 5.8 lo expresa así: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”.

Dependiendo de cuánto daño hayamos experimentado, es posible que necesitemos tiempo y sanidad antes de poder perdonar  de verdad. Pero debemos recordar que la voluntad de Dios es que mostremos misericordia. Estamos llamados a perdonar a quienes nos hayan herido.

(De Encontacto.org)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ESA GRACIA INMERECIDA DE DIOS

27.11.2024 SANTIAGO 1.17-18  “ Toda buena dádiva y don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, n...