Meditación 3.6
Isaías 40.28-31
“¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el
cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio,
y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da
esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los
muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero
los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las
águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”
Dios tiene un propósito y un plan para tu vida, y Su tiempo es perfecto. A veces, Él responde nuestras
oraciones con un “sí” o un “no”. Pero, en otras ocasiones, dice: “Ahora no”.
Cuando este sea el caso, podemos aprovechar las ricas recompensas que recibimos
mientras esperamos.
Una bendición muy práctica es que Dios nos fortalece
mientras nos apoyamos en Él. Isaías 40.31
habla de un águila que se remonta a las alturas —una metáfora adecuada de cómo
el creyente que obedece al Señor será levantado y sostenido por el Espíritu
Santo. De hecho, es interesante notar que la palabra hebrea para “viento” y
“espíritu” vienen de la misma palabra: ruach.
Cuando enfrentemos una decisión
difícil, lo fundamental es aprender a esperar. Ningún
versículo de las Sagradas Escrituras nos dice
que debemos tomar las riendas de nuestra vida y encargarnos de librar nuestras
batallas. Dios es quien lo hace a nuestro favor (2 Crónicas 20.15),
pero debemos ser pacientes y confiar en Él.
Cuando David enfrentaba sus batallas más grandes, esperaba en
el Señor. Dios lo sacó del foso de la muerte y lo plantó en tierra firme (Salmos 40.1-3).
Él hará lo mismo por usted. Cuando usted le obedece, el Señor le da las
fuerzas para hacer las cosas que Él requiere; su Espíritu hace por usted
lo que le resultaría imposible hacer por sí solo.
Al leer la Biblia, vemos que cada
vez que un fiel servidor de Dios ganaba una victoria era porque estaba
esperando y confiando en el Señor. De la misma manera,
usted podrá experimentar la victoria si espera en Él.
(De Encontacto.org)
PD:
No es bíblico, lo que se repite con tanta frecuencia:
“Dios dice ayúdate, que yo te ayudaré”; esto es un decir del mundo....
Dios dice: Espera y confía en Mí, no que lo hagas tú –Dios no
necesita ayuda.
Ahora bien, si estamos conectados con Dios, sabremos qué
parte nos correspondería hacer a nosotros, y no habrán interferencias con
sus planes.
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