Lectura bíblica en 1 Pedro 1:3-9 “Bendito
el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia
nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de
los muertos, 4 para una herencia incorruptible, incontaminada e
inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois
guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que
está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 6 En
lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es
necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7 para
que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque
perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando
sea manifestado Jesucristo, 8 a quien amáis sin haberle visto,
en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y
glorioso; 9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es la
salvación de vuestras almas.”
¿Cuál es su respuesta habitual en los tiempos de
dificultades? Tal vez esté convencido de que es lo suficientemente fuerte como
para manejar cualquier obstáculo, o quizás corre lo más lejos y rápido posible.
Las pruebas son inevitables. En vez de
decidir la mejor manera de evadirlas, debemos enfocarnos en la manera de
responder a ellas. Hay varias cosas que podemos hacer los creyentes
cuando enfrentemos algún tipo de prueba.
1ero.: Debemos confiar en Dios, basándonos en su santa
Palabra. La Biblia nos asegura que el Señor conoce nuestros límites, y por eso nunca
permitirá que seamos tentados más allá de nuestra capacidad de perseverar (1
Corintios 10.13).
2do.:
Debemos confiar en su fidelidad. En medio de los problemas, dedique
tiempo para reflexionar en sus dificultades anteriores. ¿Le ayudó Dios esa vez?
¿Cuál fue el resultado de esa prueba? ¿Cómo le ha demostrado su fidelidad en
otras ocasiones? (Salmos 37.23-24 dice: “Por Jehová son
ordenados los pasos del hombre, Y él aprueba su camino. Cuando el hombre
cayere, no quedará postrado, Porque Jehová sostiene su mano”)
3ero. : Debemos tomar la decisión consciente de perseverar.
Romanos 5.3-5 declara que la perseverancia es esencial para que la
vida espiritual del creyente crezca saludablemente. Nuestro incentivo es
que la perseverancia en las pruebas conduce a la esperanza que “no avergüenza”
Por último es importante reconocer la soberanía de Dios
todopoderoso. A nuestro Padre celestial nunca lo sorprenden las tragedias.
En vez de eso, Él está listo para trabajar en nosotros (Filipenses 2.13), por
medio de nosotros (1 Juan 4.4) y a favor de nosotros (Romanos 8.31) para
llevarnos a la victoria en su Hijo Jesucristo.
(De Ministerios en Contacto)
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