Muchos recién convertidos, y otros no tan recientes, se preguntan cuál es su llamado? Otros dicen: quiero predicar, enseñar, profetizar, entre otros llamados…mucho cuidado, la palabra de Dios no se debe tomar a la ligera.
Muchos quieren tener posición para tener seguidores y sentirse importantes, incluso hasta se proclaman ellos mismos, sin Dios haberlos llamado para un área en particular del ministerio.
Examine su corazón y revise el motivo por el cual quiere trabajar en la obra. Si no lo hace por amor a Dios y a las almas, Dios responderá a su debido tiempo.
No se apresure en cosas de Dios; hay procesos por lo cual todos debemos de pasar antes de pasar a ayudar a los demás. Uno de estos proceso es el quebrantamiento, en el cual veremos nuestra propia condición espiritual; también hay muchos que necesitamos sanidad del alma, liberación, santificación, así como aprender a perdonar antes de ir a ayudar y a ministrar a los demás.
Mucha gente -que anda ministrando-, en vez de ayudar hace daño a los que pretenden ayudar; ya que ellos mismo no están preparados ni equipados espiritualmente para hacerlo.
Si usted cree y siente que su llamado es enseñar, debe de prepararse y estudiar la Palabra diligentemente. No quiera enseñar sin haber leído su Biblia por completo (o casi). Recuerde lo que dice Santiago 3:1 “Hermanos míos, que no se hagan maestros muchos de ustedes, sabiendo que recibiremos un juicio más severo (mayor condenación).
Mucho cuidado, pida por sabiduría, estudie, ayune, ore, entre en el proceso de santificación antes de decidir enseñar, predicar o ejercer cualquier otro ministerio.
Cuando usted tiene un llamado: será confirmado por Dios, usted fluirá y otras personas se lo confirmaran.
Muchas personas cuando están empeñadas en un llamado, se creen que no tienen áreas en las cuales Dios tiene que obrar, pero es preciso mantener el corazón abierto a la corrección; y si Dios nos manda a sentar por un tiempo hagámoslo. Será un tiempo para mostrarnos todo lo que hay que reparar en nuestras vidas.
Otra área, por la cual muchos son apurados es por las profecías que les hicieran. Se creen que cuando reciben una, ésta va a ocurrir de la noche a la mañana y se enfocan en hacerla realidad, aun cuando no se está preparado espiritualmente.
Esto es un proceso que se toma su tiempo. No hay cristiano o ministerios microonda; usted no se convierte hoy a Cristo y ya mañana está preparado para el ministerio. Cuántas profecías nos profetizaron cuando nos convertimos… y después de muchos años es que las vemos hacerse realidad, o estamos a la espera de su cumplimiento.
Cualquiera que sea tu llamado o propósito se cumplirá en esta vida. No te apresures, deja que Dios obre en ti, te limpie y te pula para que puedas verdaderamente ayudar a los demás. No te apresures. No quieras volar antes de caminar, ten paciencia. Satúrate de la presencia de Dios, aprende y cuando estés listo Dios empezará a abrirte las puertas para que puedas ser usado en tu llamado.
Dios te bendiga siempre
(Judy Contreras, Google+)
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