“¿Por qué me está pasando esto a mí?” Cuando estamos consternados, nuestros pensamientos se vuelven confusos, nuestras emociones caóticas y nuestros pasos lentos. La Biblia responde a estas preguntas de “¿por qué?”. Nos dice que vivimos en un mundo caído, lleno de gente pecadora; que hasta los redimidos luchan con el pecado; y que Satanás —el “príncipe de este mundo”— tiene una gran influencia.
Pero hay algo más que conviene considerar: ¿Cómo desea Dios usar nuestra adversidad? Podría ser para captar nuestra atención, pues hemos ignorado sus otras señales. O podría ser para que mantengamos nuestra atención en Él. Cuando los israelitas vivieron en el desierto, debió de haberles parecido una gran prueba que no les sobrara comida al terminar el día. Pero Dios sabía que si les daba más de lo que necesitaban cada día, la gente dejaría de esperar en Él. Esta “prueba” mantuvo su atención puesta en su Sustentador.
La adversidad puede ser también un recurso para recordarnos el gran amor de Dios por nosotros. Podemos acostumbrarnos tanto a su amor, que no lo apreciamos hasta que tropezamos. Las dificultades pueden ayudarnos a conocer al Señor de una manera más profunda. Para experimentar a Dios como nuestro consuelo, es necesario que haya necesidad de consuelo. Por eso, cuando un obstáculo nos detiene, tenemos tiempo para descubrir los giros equivocados que hemos hecho. Cualquiera que sea la razón del problema por el que esté pasando, sepa que Dios tiene un propósito al permitirlo (Romanos 8.28). (De Encontacto.org)
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Comentario
En síntesis, una adversidad puede ser :
Un canal para Dios llamar nuestra atención.
Para llevarnos a interpretar Sus señales.
Para que no nos confiemos plenamente en nuestras propias fuerzas.
Para recordarnos que Él debe ser el número 1 en nuestra vida.
Para llevarnos a recordar Su gran amor por nosotros.
Para experimentar a Dios como nuestro consolador, y proveedor.
Para identificar si los obstáculos nos están mostrando por dónde NO debemos ir.
Para entender que Dios tiene un propósito en todo cuanto nos ocurre.
Dios te bendiga y te ayude a entender que para los que amamos a Dios, TODO obra para bien!
Wilda
TPSH 110924
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