Cuando un niño se lastima, nuestro objetivo es que se sienta bien pronto. Quitamos los obstáculos para que, al dar sus primeros pasos, lo haga sin tropezar. Y muchos padres tratan de minimizar la frustración de sus niños en edad escolar, ayudándolos con sus tareas, dando a veces más ayuda de la necesaria. Aunque aliviar el malestar de los niños es comprensible, podemos, sin darnos cuenta, transmitir el mensaje sutil de que los obstáculos y el dolor tienen que ser eliminados a toda costa.
Las dificultades son parte de la vida, y si esperamos lo contrario, estaremos sufriendo desilusiones reiteradamente. Si dejamos que las desilusiones persistan, podemos dar la espalda al Señor. Se puede desperdiciar mucho tiempo tratando de evitar las dificultades, cuando podríamos poner en manos de Dios nuestro futuro. También consumimos energías tratando de salir de nuestras situaciones difíciles, en vez de pedir al Señor que nos diga cómo quiere Él que procedamos. Y lo que es más importante, Dios no ve la adversidad como una tragedia.
Dios ve un valor bienhechor en nuestras pruebas. El sufrimiento y la muerte de Jesús en la cruz confirman la poderosa obra que Dios puede lograr por medio de la adversidad. Él usa las dificultades como oportunidades para nuestro crecimiento espiritual.
Ninguno de nosotros disfruta de los problemas, pero en este mundo las amarguras y las dificultades son seguras. Abandonemos nuestra manera de pensar, y pidamos tener la mente de Cristo, quien confió en el modo de obrar del Padre celestial hasta la muerte en la cruz. (De Encontacto.org)
………………………………………………..
Comentario:
Bueno…. Así es: En este mundo las amarguras y las dificultades son SE.GU.RAS y parte de la vida. Por más que nos afanemos en quitar los obstáculos y tratar de no tropezar…tarea bien difícil ésta.
El tema está en no enfocarnos en ellas, ya que lo único que conseguiremos es dolor, cansancio, tristeza y desilusión. A cambio pongamos nuestra confianza y fe en el único que nos da la fuerza, el discernimiento, la valentía y el coraje para continuar y ser victoriosos: “ Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. Él nos guiará con paciencia, y nos enseñará que al depositar nuestra confianza en Él podremos descansar tranquilos, y recibir paz en medio de cualquier tormenta!
Otro punto a destacar es que en toda adversidad, Dios tiene una gran enseñanza y oportunidad de renovación para nuestra vida. Si no lo creemos así, detengámonos un poquito y recordemos el padecimiento de Cristo en la cruz, y su posterior victoria al resucitar el 3er. día y saber que está sentado a la diestra del Padre Celestial!
Nuestros padecimientos, son tan solo parte del propósito de Dios para nuestras vidas. Pidámosle tener la fortaleza necesaria en medio de toda adversidad, presente y por venir.
Y EL LO HARÀ!
Dios te bendiga
Wilda
No hay comentarios:
Publicar un comentario