jueves, 17 de enero de 2013

“Señor, que tu Luz Resplandezca Sobre Nuestros Planes”.

Lectura bíblica en Salmos 90:16-17: "Aparezca en tus siervos tu obra y tu gloria sobre sus hijos y sea la luz de Jehová, nuestro Dios, sobre nosotros y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros. Sí, la obra de nuestras manos confirma"

Este salmo representa la oración de una persona que está pidiéndole a Dios que le traiga su favor y bendición sobre planes futuros.   Normalmente oramos así: “Señor, que se haga tu voluntad en mi vida”.  No está mal orar así, pero hay momentos en los cuales uno debe traerle los planes, las expectativas, los deseos y presentarlos al Señor -como ofrenda- y decirle: “Mira Señor, aquí te estoy trayendo estos planes, estos deseos que tengo; no sé si están bien delante de ti. En mi entendimiento creo estar en tu voluntad, así que quiero que los bendigas. Quiero que tu luz resplandezca sobre ellos!”    Pienso que esta es una oración pertinente, y más para ahora que empezó un nuevo año; tiempo en el cual estamos pidiendo la bendición de Dios sobre nuestras vidas, familias, trabajos, amistades, etc.

Este año para muchos está empezando con el pie derecho; pero para otros está empezando un poquito duro o difícil.  Yo no sé en cuál de los puntos se encuentra usted. Incluso hay personas que están todavía en neutro…patinando en el hielo…que no saben cuándo se les va a derretir y saldrán disparados.

Hablemos sobre el relato de Moisés.  Dios le dijo que fuera a liberar a su pueblo Israel.  Recuerde lo que dijo Moisés: “Ay, Señor, nunca he sido hombre de fácil palabra...”  Moisés justificaba que no sabía hablar bien; y al parecer entendía no ser la persona que Dios tenía que usar. Pero Dios le afirmó y dijo: “Quién fue el que le dio la boca al hombre? Quién puede hacer al hombre mudo o que hable? Quién puede hacer al hombre ciego o que vea? Quién puede hacer al hombre sordo o que oiga?... Dios puede intervenir en cualquiera de las situaciones.

Piense en las distintas cosas que pasaron por la cabeza de Moisés. Ejemplo: Cómo voy a regresar a enfrentar a faraón, que es como mi hermano, porque yo me crié con él en el palacio? Cómo voy a entrar de nuevo a un lugar donde me están buscando porque maté a alguien? Cómo tu quieres que yo haga cosa igual? Sin embargo, ahí está la afirmación de Dios sobre él:  “Yo soy el que está contigo. El que te va a ayudar a hablar. El que te va a enseñar lo que tienes que decir. Soy yo el que lo va a hacer a través de ti.”

No les suenan familiar estas palabras cuando el mismo Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando los lleven delante de la sinagoga, de las autoridades, no se preocupen por preparar su disertación antes de tiempo, porque ahí -en el momento- el Espíritu les dejará saber lo que tienen que decir.”

Evangelizar es crucial para la vida de cualquier iglesia.  Ahora bien, cuando se habla de ello, a muchos les tiemblan las rodillas; aunque hay otros que en cinco minutos tienen a alguien de rodillas en la esquina de la calle orando y aceptando a Cristo.  Es necesario que haya personas que puedan evangelizar; que puedan comunicar el amor de Dios en una manera nueva, refrescante y relevante.

Y para este tiempo Dios nos está diciendo las mismas cosas que le dijo a Moisés: “Yo soy el que pone palabras en tu boca”.  Normalmente pasamos un tiempo antes de hablar con alguna persona, pensando en qué le vamos a decir, pero cuando llegamos a ella se nos olvida todo.  Es Dios el que te va a inspirar a hablar; incluso tal vez use algunas de las cosas que “cocinaste en tu cabeza”, pero es Él quien te daré las palabras para llegar verdaderamente al corazón.”

¿Saben qué? No nos lancemos a evangelizar con palabras nuestras…de hacerlo así no vamos para ningún lado. Si hoy queremos ver vidas verdaderamente transformadas por el poder de la palabra de Dios, necesitamos que sea Dios mismo el que llegue a esos corazones. Dios mismo es el que tiene que penetrar esas mentes que ya han sido manipuladas por la mentalidad, las ideologías y las filosofías de este mundo; y solo Dios -con su poder- puede llegar directito a sus necesidades.

Es el tipo de evangelismo que necesitamos ver hoy…dirigido directamente por Dios. Moisés era un instrumento de Dios, pero tenía sus temores; y nosotros tenemos los nuestros.  Recordemos que somos vasos de barro en las manos del alfarero, y éste nos usará como quiera. La responsabilidad de nosotros es poder discernir cómo es que Dios nos quiere usar. Qué Dios va a hacer a través de nosotros? Cómo? Cuándo? Dónde? Con quién? Para que su gracia y su amor se dejen notar en los corazones de aquellos que así lo necesitan.  Anímate, todo esto tiene que ver con cómo la bendición de Dios pueda alcanzar a otros a través de ti.

Cada vez que te mires en el espejo, o te llegue un pensamientos mezquino, recuerda que Dios te mira y dice: “Tú no eres eso, eres una persona que vales mucho, eres una persona que tal vez otros están echando a un lado, PERO yo te estoy poniendo del lado mío. Ese lado para donde te están empujando las personas, es el lado donde yo estoy…y donde me vas a encontrar!”

Solo Dios es capaz de hablar al corazón y afirmar. Aunque tus ojos estén cegados con las experiencias de vida, Dios dice presente dejándote saber lo importante que eres para él.

Piense en los distintos lugares en que te mueves. Piensa cómo Dios te puede usar para llegar al corazón de cada una de esas personas. Cuál pudiera ser el acto de bondad que tienes que hacer, el cual Dios usará para llegar al corazón de alguien? Piénsalo. Hazlo!

Pide que Dios te revele cómo llegar a esos corazones tristes, confundidos y vacíos. Dios quiere afirmar tu vida y tu corazón. Dios quiere que sepas que Él cuenta contigo y que Él está contigo.  Él se encargará de abrir puertas a tu favor.  OJO…asimismo habrá otras puertas que cerrará (puertas que en nada te son de bendición, desde la perspectiva de Dios). Solamente tienes que estar pendiente a las señales que el Señor te da… para saber hacia dónde ir.

Dios quiere afirmar tu caminar. No pienses de ti como poca cosa; como que no sabes hablar, que no sabes pensar…Dios siempre sabrá cómo equiparte. Ponte de pie y deposítate en Sus manos.

Señor… Enséñanos a poder escucharte, a prestarte atención, a tener corazones abiertos para ti, y a ser sensibles a ti.  Amén!

(Este es un resumen del sermón del 2 de enero 2013, Congregación León de Judá. Boston MA. Pastor asociado Omar Soto)

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