Juan
3.16-17 (Vers.
Palabra de Dios para todos) “Dios amó tanto
al mundo que dio a su Hijo único para que todo el que crea en Él no
se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al
mundo para condenarlo, sino para salvarlo por medio de Él”. Amén.
En este
mundo tan ajetreado y alocado, es fácil ignorar al Señor Jesucristo. Se entiende que cada desafío podemos resolverlo solo.
Con relaciones, dinero, poder, tecnología, etc. Muchos hasta dicen: ¿por qué
buscar a un Salvador que vivió hace más de 2.000 años?
¿Sabías
que es Dios quien toma la iniciativa de la salvación de la humanidad? Ninguno de los que ya somos salvos la hemos
buscado; solo hemos respondido al llamado del Señor, de ir hacia Él.
Porque nadie
puede acercarse a Jesús si no lo trae el Padre; y Jesús le resucitará en el
día final (Juan 6.44). Dios es quien da el primer paso, luego
sigue nuestra respuesta.
¡Y todos
tenemos necesidad de Jesucristo! Sin Él,
no hay esperanza.
Si aún no
has conocido al Cristo verdadero, no el
que te han pintado, y clavado aún en una cruz, vengo a decirte que Él te
está buscando, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar a los
perdidos (Lucas 19.10).
Y si
ya lo conoces, ¡qué bueno!, estás agarrado de la mejor recompensa: la vida
eterna.
¡Que tengas
feliz y bendecido día!
Evangelista Wilda Messina
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