Filipenses
2.8-11 “Y
estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le
exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para
que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla…;y toda lengua confiese
que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”. Amén.
Si el
Señor Jesucristo ocupa el primer lugar en nuestra vida, experimentaremos muchas
bendiciones. A continuación, algunas…
Un
espíritu tranquilo. Él nos conduce “junto a aguas de
reposo”, donde encontramos descanso para nuestra alma (Sal.
23.2).
Una fe
más fuerte. Nuestra fe crecerá a medida que
sigamos la guía bíblica, veremos cómo Jesús obra en nuestra vida.
Un
corazón purificado. Cuando confesamos nuestro pecado, Dios promete
limpiarnos de toda maldad (1 Juan 1.9).
Una
mente preparada. A través del ministerio del Espíritu
Santo, estaremos equipados para lo que la vida nos depare (2 Pedro
1.3).
La vida
de Pablo fue ejemplo de lo que significa darle el primer lugar a Cristo. El apóstol tuvo gozo en medio de las pruebas, y
fortaleza para enfrentar dificultades.
Si el
Señor es nuestra prioridad, habrá gozo y
fortaleza, al afrontar lo que la vida nos traiga.
Feliz día.
¡Y que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario