Proverbios 3.21-24 ” Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos: Guarda la ley y el consejo, serán vida a tu alma y gracia a tu cuello. Andarás por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezará. Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato”. Amén.
Ver con ojos espirituales es un estilo de vida. Cristo dijo: Bienaventurados sus ojos, porque ven; y sus oídos, porque oyen (Mt.13.16). En Lucas 10.23 dijo: Bienaventurados los ojos que ven lo que ustedes ven.
Caminar con el Señor ayuda a controlar pensamientos, hábitos, y actitudes, así como palabras. Se aprende a desechar el pecado y a vivir con rectitud. La claridad espiritual agudiza la conciencia clara de Dios.
Al finalizar nuestro día, hablemos con el Señor, recordemos los acontecimientos ocurridos. Evidenciaremos la mano de Dios en acción. Tendremos razones más que suficientes para agradecerle.
Veremos cómo Dios dirigió cada decisión. Cómo respondió cada pregunta, y cómo nos protegió de cada situación.
Apreciar la mano de Dios en cada detalle, permitirá grabar la realidad de su amor tan profundo, en nuestro corazón. Es cuestión de percibirla.
Ver con ojos espirituales bien abiertos cambia nuestra visión. ¿Qué les parece si entrenamos nuestros ojos espirituales para ver la presencia del Padre celestial en todo?
Feliz
día.
¡Que
Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:En.Contacto)
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