Isaías 40.17-18, 23, 25 ”Como nada son todas las naciones delante de Él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es. ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o que imagen le compondréis? El convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana. ¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo”. Amén.
Qué pena que algunos no logran comprender la majestuosidad y poder de nuestro Señor. Hay quienes, al pensar o hablar de Dios, lo hacen ajustándolo a su necesidad.
El
Dios verdadero -no hecho a la medida-, es más grande que la creación
(v12). Es superior a naciones o ídolos creados (vs17-20).
Está por encima del mundo y la humanidad (vs22,23), sobrepasa
cielos y galaxias.
Sus pensamientos y caminos son más grandiosos que los nuestros (55.9). Él reina; se viste de magnificencia y se ciñe de poder. ¿Es a ese Dios tan asombroso que realmente tú le sirves? Solo Él es digno de confianza y suprema alabanza.
¡Qué privilegio tan grande, poder tenerlo como nuestro Dios! La mejor manera de honrarlo es viviendo, cada día, Su Palabra.
Feliz día. Que el Espíritu Santo te de entendimiento sobre esta gran verdad. Y ¡Que Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
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