20.07.2025... Restaurado Para Liderar

Juan 21.15-17 “Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos.  Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas”. Amén. 

Durante el juicio del Señor Jesús, Pedro le negó a Jesús 3 veces (^{Mt.26.69-75, Mr. 14.66-72; Lc.22.55-62; Jn.18.15-18, 25-27}). ¿Quién no se avergonzaría al verle de nuevo?

 

En Juan 21, vemos a Pedro decir: Voy a pescar (vs.3). Pero nada se capturaba. Aparece un desconocido y dice: Echad la red a la derecha de la barca (vs.6). Y la pesca casi vuelca la barca.

 

Probablemente Juan recordó la otra pesca milagrosa, referida en Lucas 5.1-6. Cuando Jesús, junto al lago de Genesaret, el gentío se le agolpaba para oírle. Ve 2 barcas; a pescadores lavando las redes. Jesús entra en la de Simón, le ruega que la apartara de tierra; y desde ahí hablaba a la multitud. Al terminar, dijo a Simón que remara mar adentro, echara sus redes. Simón respondió que toda la noche habían trabajado, y nada; pero que, en Su palabra, echaría la red. Y fueron tantos los peces, que la red se rompía.

 

Cristo tenía unos “asuntos” que tratar con Pedro. Jesús sabía que él necesitaba Sus desafiantes preguntas, por sus negaciones de antes, a fin de resucitar su fe golpeada, y restaurar su vida y liderazgo.

 

Nuestras negaciones pudieran no ser como las de Pedro, pero siempre deberíamos confiar en Cristo. A veces no lo hacemos, pero la conversación del Señor con Pedro debe recordarnos que Él puede restaurar a cualquier persona.

 

Dios nunca guarda rencor. Si confesamos nuestras faltas, Él estará listo para guiarnos a una vida abundante.

 

¡Que Dios te bendiga!

Y te permita vivir esa vida que nos ofrece Cristo.

Evangelista Wilda Messina

(Referencia: En.Contacto)