Mateo 20.27-28 “El que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. Amén.
¿Alguna
vez se han preguntado por qué Dios decidió salvarnos haciendo que su único
Hijo muriera en una cruz? Él pudo haber elegido otra manera más fácil. Pero,
como es soberano, puede hacer cualquier cosa, y no violar su carácter.
Dios
es santo, y nosotros hemos desobedecido su Ley,
por lo que la comunión con Él fue rota, y conlleva castigo. Sin embargo,
por su gran amor, permitió un pago sustituto y único por nuestro pecado.
En
el Antiguo Testamento, se sacrificaban animales para expiar las transgresiones,
una provisión que daba solución temporal. La muerte del Señor Jesús
fue el sacrificio final y permanente.
Él
hizo algo que nosotros no podíamos. Murió,
pero resucitó de la tumba. ¡Jesús venció la muerte, dándonos acceso
directo al Padre.
Una
vez que hayas aceptado ese regalo de perdón
completo, en Cristo Jesús, Dios eliminará tus pecados.
Gracias
a que Cristo cargó consigo nuestros pecados, no tenemos que vivir eternamente
condenados.
¡Que Dios te bendiga!
Y te ayude entender el sacrificio de Cristo
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario