Mateo 28.19-20 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado…” Amén.
Piensen en cada persona que ha invertido en ustedes a lo largo de los años. Personas maravillosas que le ayudaron a conocer al Señor Jesús y a crecer en su fe.
¿Dónde estarían ustedes sin ese amor, e influencias positivas?
Tal vez ha llegado el momento de convertirse ustedes en personas influyentes para alguien más. Después de todo, como cristianos tenemos la responsabilidad de difundir las buenas nuevas, así como de invertir en la vida de otros creyentes, con nuestros conocimientos y experiencias.
Por lo que debemos...
1. Pasar tiempo con el Señor para crecer en sintonía con su Espíritu. A los nuevos creyentes necesitamos ayudarles a entender cómo leer la Biblia, y cómo cultivar la oración. También enseñarles adónde encontrar compañerismo y aliento.
2. Ayudar a otros a saber qué esperar al iniciar su camino de fe. La mayoría de nosotros aprendimos (y tuvimos luchas) hasta que entendimos las verdades fundamentales de la vida en Cristo. De ahí, la importancia de los mentores piadosos.
Es necesario aconsejar y alentar, cuando ya hemos transitado durante más tiempo el camino de la fe.
¿Estarán ustedes, mis amados hermanos, invirtiendo de su tiempo, conocimientos y experiencias con otros creyentes? ¡A obedecer! ¡Vamos a hacerlo!
Feliz día. ¡Que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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