Santiago 2.14, 21, 22, 26
“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? ¿No fue justificado por las obras Abraham, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó junto con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Porque, como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta” Amén.
Sabemos
que la Salvación es por Gracia de Dios mediante FE, no por obras (Efesios
2.8-9). Esto, pudiera llevar a algunos cristianos a suponer que las
obras no tienen importancia. Pero sí.
Si
es cierto que las buenas obras NO pueden salvarnos.
De hecho, como nos dice el apóstol Santiago, la fe, si no tiene obras,
es muerta. Porque la fe que es genuina se expresa mediante acciones.
Es que las buenas obras fluyan de la confianza en el Señor.
Una
fe legítima se revela por medio de conducta piadosa, en las obras que
otros ven, como en las que pasan desapercibidas.
Si
nuestra vida no se viera diferente de la que teníamos antes de
nuestra profesión de fe, no tendríamos la seguridad de que nuestra fe sea
auténtica.
Cuando
creemos en Cristo, nuestro cambio se hace evidente,
por medio de las acciones que hacemos y decisiones que tomamos.
Feliz día. ¡Que Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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