Salmos 17.6-8 “Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios; inclina a mí tu oído, escucha mi palabra. Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra, de los que se levantan contra ellos. Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas”. Amén.
Dios no necesita de nosotros. Él sabe qué pasos dar para
cumplir nuestros propósitos. Aunque nos llama a dedicarnos a la oración.
Si obedecemos, veamos algunas
bendiciones a esperar:
1.La oración nos cambiará. Cuando buscamos al Señor, y
pasamos tiempo en su Palabra, somos transformados. Sus deseos se convierten
en los nuestros, y nuestra mentalidad se alinea más con Sus
pensamientos.
2.El Señor responde nuestras
peticiones. Él escucha
y responde las oraciones de sus hijos; nos asegura que actuará cuando
nuestras peticiones estén de acuerdo con Su voluntad (1 Juan 5.14-15).
3.Dios obra por medio de
nuestras oraciones. Él ha
escogido el método de orar, como uno de los medios a través de los cuales
cumple su voluntad en la vida del creyente.
4.La oración permite que
personas insuficientes nos conectemos con un Dios todo suficiente. Solo Él
conoce nuestras necesidades y puede satisfacerlas si dependemos de Él por
completo.
A medida que crezca nuestra
comprensión de Dios, sabremos qué pedir, y nuestras oraciones serán eficaces. ¡No se
vale rendirse! Sigamos descubriendo las bendiciones de orarle a Dios.
¡Feliz día, y que Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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