2 Timoteo 4.3-4 “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, y teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído, y (ustedes) se volverán a las fábulas”. Amén.
Quienes rechazan lo bueno y sano para adoptar
lo “dulce a sus oídos”, se vuelven a falsedades y mitos, cauterizándose a la
verdad.
Saber corregir, y además amonestar, no es
tarea fácil.
Hay personas que reaccionan airadas a la corrección. La manera en que se recibe
una corrección indica la madurez en la fe.
Quien tiene en poco la disciplina,
menosprecia su alma. Eso
nos dice Proverbios 15.32. También nos recuerda que quien escucha la
corrección tiene entendimiento.
Y el vs. 31 nos llama a ser sabios, porque: oído que escucha
amonestaciones de vida, entre sabios morará.
Aunque al recibir críticas, nos sintamos en
una encrucijada,
aprendamos a aceptar las correcciones y a crecer en madurez, no a
rechazar de plano, para al final caer en un resbaladero.
No ignoremos la corrección, aun de críticos
inmaduros, ignorantes o carentes de tacto. Prestar oído a la voz de Dios, en
todas sus formas posibles.
Aceptemos y agradezcamos las correcciones
divinas;
y nuestra vida será mucho mejor, gracias a ellas.
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia:
En.Contacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario