2 Timoteo 2.20-21 “Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y plata, también hay de madera y barro; donde unos son para usos honrosos, otros para usos viles. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra”. Amén.
Cada persona es especial a los ojos del Señor. Aunque haya algunos
que sus acciones, no le son gratas a Él. Todos le pertenecemos a Dios.
¡Somos su creación maravillosa!
Ser su creación debe motivarnos a no vivir como
nos plazca,
sino en obediencia a Su Palabra; y a anhelar ser más y más como su Hijo,
en toda acción.
No se trata de seguir reglas, sino de que
Cristo viva realmente en cada uno. Es santificarnos cada día.
Mediante la santificación, el Señor nos
transforma.
Haciendo obrar el poder de su Espíritu Santo.
Mientras más llenemos nuestra mente con la
Palabra de Dios,
y nos sometamos a la guía del Espíritu, más victoriosos seremos
sobre el pecado. Seremos siervos
útiles para la casa de Dios.
Ser especial para el Señor no tiene que ver
con el tipo de trabajo, ni lo inteligentes o exitosos que seamos. Depende de nuestra
convicción de a quién le pertenecemos; quién es nuestro señor.
Obedezcamos al Espíritu Santo. Mantengamos nuestra santificación
diaria. Seamos especiales y de honra ante Dios.
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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