Efesios 4:26 “Si se enojan, no permitan que eso los haga pecar. El enojo no debe durarles todo el día”.
Pocas cosas en la vida son más destructivas que el enojo. El enojo, si se lo permitimos, se convierte en amargura que devora nuestros corazones.
He aquí cuatro pautas para tratar con el enojo.
1. El costo del enojo incontrolado: Proverbios 14:17 dice “Los que se enojan fácilmente cometen locuras y los que maquinan maldad son odiados”. La ira no vale el precio que tendrás que pagar por las consecuencias de los actos cometidos.
2. Controlar tu enojo: En Proverbios 29:11 dice “Los necios dan rienda suelta a su enojo, pero los sabios deciden controlarla”. Deja de decir que no puedes controlar tu ira y prepárate para esas situaciones.
3. Libera tu enojo de forma adecuada: Efesios 4:26 dice “Si se enojan, no permitan que eso los haga pecar”. La forma adecuada es confesar y dejarle saber a la gente que estás herido, lo que permite una comunicación fluida, asegurando que haya entendimiento.
4. Pídele a Dios que te llene de Su amor: Corintios 13:5 dice que el amor “No se enoja fácilmente, no guarda rencor”. El amor de Dios nos transforma de personas enojadas a personas pacíficas.
Si queremos que nuestras heridas sean sanadas, que nuestras frustraciones se resuelvan y que nuestro enojo se alivie necesitamos llenarnos del amor de Dios. Solo el amor de Dios puede apagar el fuego de la ira.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Mario De Jesús
(Referencia: Venga Tu Reino Hoy)
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