MIERCOLES 26.02.25
TU PALABRA SABIA DE
HOY
2 TIMOTEO 1.7 “Porque no nos ha
dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.
Las Sagradas Escrituras distinguen dos tipos
de temores:
el saludable y el malsano.
El temor saludable es beneficioso. Es ese que nos
lleva a sabia precaución, a evitar que toquemos una estufa caliente, a no meternos
en un rio que no conocemos, etc.
Ahí también entra el temor correcto
de Dios. Incluye un sentido de temor reverente por quién es el Señor.
El temor malsano, en cambio, nos hace sentir
tensos, incómodos o amenazados. Incluso, cuando ya no hay motivo para el prejuicio,
puede seguir impidiendo nuestro progreso.
La imaginación puede generar ese tipo de
temor
al atraparnos en pensamientos de “Y si esto, y si aquello...”. ¿Y si sale
mal? ¿Y si no obtengo lo que quiero?, etc. Bloquean lo mejor de Dios
para nosotros.
Ningún temor malsano proviene de Dios. Porque
Él no nos ha dado espíritu de cobardía. Dejemos que el Espíritu Santo nos guíe.
Que descubramos la habilidad de seguir el plan divino sin preocupaciones.
El Espíritu Santo quiere quitarnos la
ansiedad paralizante para darnos la libertad de Cristo.
Salmos 34.4 dice: Busqué a
Jehová. Él me oyó, y me libró de todos mis temores.
¡Fuera el temor dañino
y Que Dios nos bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia: En.Contacto)
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