26.12.2024
1 PEDRO 1.7-9 ”Sometida a prueba su fe, mucho más preciosa que el oro, que aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien aman sin haberle visto, en quien creen, aunque no lo ven, se alegran con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de su fe, que es la salvación de sus almas” Amén.
Quien se convierte al Señor, pudiera entender
que todo marchará sobre ruedas. Pero Cristo dejó claro que enfrentaríamos
problemas. Él mismo sufrió bastante.
Así que, siendo siervos del Señor, estemos
dispuestos a padecer.
Las pruebas son debidas a la naturaleza caída del mundo, resultado de guerras
espirituales, o por nuestra ignorancia, o por el pecado.
Y estemos conscientes que hay veces que Dios
mismo nos prueba. Aunque sea difícil de aceptar, el Señor permite las dificultades,
pero con propósito hermoso. Y nos da las fuerzas para soportarlas.
Todo lo que Dios permite es para nuestro
beneficio.
Sea para purificarnos o prepararnos, porque esté poniendo a prueba
nuestra resistencia y devoción, o para revelar Su poder sustentador.
Quizás nunca sepamos la causa o el propósito
de cada desafío,
pero confiemos en la capacidad de Dios para salvarnos y hacernos madurar.
¿Estás enfrentando alguna prueba ahora? ¡Aférrate
al Padre celestial!
Feliz día. Dios te
bendiga y te guarde.
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia: EnContacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario