LUNES 16.12.2024
ISAÍAS 57.15 “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón quebrantado”. Amén.
La oración es la disciplina
crucial para el crecimiento espiritual. Nuestro objetivo al orar debe ser alinear nuestro corazón con el de
Dios.
Es bien difícil madurar
en Cristo sin oración. Ella es la manera en que nos comunicamos y
desarrollamos una relación íntima con Dios. Es un acto de adoración
espiritual para honrarle a Él.
Al orar al Padre
celestial, lo estamos reconociendo como Alto y Sublime, que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo. Pensemos en cómo
mantener una actitud dirigida a Dios, y cómo buscar su sabio gobierno
sobre cada detalle de la vida.
Al acercarnos a Dios, nuestros
motivos y condición del corazón son muy importantes. Porque Él habita en
la altura y la santidad, así como con el quebrantado y humilde de
espíritu.
No usemos la oración
como un medio para lograr lo que queremos, eso no honra a Dios. Pudiera ser que no obtengamos respuesta.
Acudamos al Señor con actitud de adoración humilde y de arrepentimiento genuino. ¡Esa
oración sí que será bien recibida por Él!
Feliz día. Feliz tiempo de Navidad.
Que Dios te bendiga y
te guarde.
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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