MARTES 17.12.2024
JUAN 1.2-4 “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”. Amén.
El nacimiento de
Jesús fue un momento decisivo en la historia humana. Habitó entre su pueblo
33 años, pero con un reinado eterno. Jesús es el Verbo eterno de Dios.
Traigo el tema porque hay
quienes, con la agitación de esta época, pierden de vista la razón de celebrar
la Navidad. Jesús es la Encarnación de Dios. Quien tomó forma humana
y vivió para revelar la naturaleza de Dios. ¡El amor!
Jesús se convirtió en el
Hijo del Hombre, con el fin de que pudiéramos experimentar
salvación y vida eterna. No inició el
día de su nacimiento. En el principio ya existía. No solo fue alguien que enseñó a tener mejor
vida. ¡Falso!
Él estuvo con el Padre
en la Creación, y, despojándose de su gloria, vino
a redimirnos de pecado y condenación. Y seguirá estando con el Padre
al final de los tiempos (Apoc.22:12,13,16).
El Evangelio de Juan,
también llamado Evangelio de la fe, fue escrito, para
corregir creencias erróneas del 1er siglo, sobre quién es Jesús y por
qué vino. ¡Todavía hoy cumple ese propósito!
Quienes niegan la verdad
de la identidad de Jesús, niegan el poder del Evangelio. Aceptar que Jesús es Hijo de Dios es fundamento de fe cristiana. Que
nadie diga que es cristiano, si niega ese fundamento.
Juan describió a Jesús
como el Verbo (la Palabra, la Acción). El medio escogido por Dios para
revelarse y comunicar su mensaje y voluntad. Eso, ¡es preciso que lo entendamos!
Feliz día. Feliz tiempo de Navidad.
Que Dios te bendiga y
te guarde.
Evangelista Wilda
Messina
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