16/11/2024
MATEO 4.18-20 “Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Ellos, dejando al instante las redes, le siguieron”. Amén.
Aunque obedecer a
Dios puede implicar cambios o hasta pérdidas, podemos confiar en que ¡Él
nos dará una justa recompensa!
Pedro, Andrés, Jacobo y
Juan eran pescadores antes de convertirse en discípulos de Cristo. Sus vidas giraban en torno a la pesca. De ahí venían sus ganancias.
Pero cuando el Señor los llamó a ser pescadores de hombres, cambiaron de
vida drásticamente.
Por otro lado, el joven
rico se marchó triste cuando se dio cuenta de lo que tendría que renunciar para
seguir a Cristo (Mt.19.21-22). La invitación que nos hace el Señor suele llevarnos
a modificar nuestra manera de vivir. Eso puede tocar muchos aspectos, a
fin de ajustarnos a Su plan. Pero Cristo promete grande recompensa por
cualquier sacrificio, que por Él, nosotros hagamos (Mt.19.29).
Los planes de nuestro
Padre celestial se basan en su bondad, justicia y misericordia. Gracias a
su poder y carácter perfectos, podemos confiar en la dirección de Dios y ajustarnos a
su plan, aceptando su voluntad y haciendo los cambios necesarios.
Proverbios 3.5 te dice: Fíate
de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.
Muy feliz día. Que
Dios te bendiga y te guarde.
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia:En.Contacto)
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