JUEVES 03/10/2024
2 CORINTIOS 1.3-4 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios”. Amén.
Cuando la vida se te pone difícil,
¿qué haces? ¿Dudas del poder de Dios o lo buscas para tratar de fortalecer tu
fe? Cuando el dolor parezca insoportable, pídele a Dios que te enseñe a
confiar en Su poder.
Pablo
escribió a la iglesia de Corintos que él y Timoteo habían sido abrumados más
allá de sus fuerzas, pero decidieron poner su esperanza en el Señor
y confiaron en que Él los consolaría.
Pablo ratifica que, de la
manera que abundan en ellos las aflicciones de Cristo, así abunda también -por
el mismo Cristo- su consolación (vs.5).
Todas esas pruebas, que él y
Timoteo soportaron, les enseñaron a confiar en el poder de Dios, y no en
sus fuerzas. Y todos enfrentaremos dificultades en algún momento.
Cuando eso suceda, hagamos
lo posible por actuar como Pablo y Timoteo, con plena confianza en el Señor,
incluso cuando estemos bien abatidos de dolor insoportable.
Recuerda pedirle al Señor que te
consuele. Su poder no tiene igual y está disponible para todo creyente.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
Lectura completa: 2Cor.1.1-11
https://www.biblegateway.com/passage/?search=2%20corintios%201.1-11&version=RVR1960
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