LUNES 23/09/2024
Salmos 119.105 “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”. Amén.
Las lámparas eléctricas no se inventaron hasta
el siglo XIX, por lo que
viajar de noche, en el siglo I, fue bien inseguro. Para trasladarse en
la oscuridad, los viajeros llevaban consigo linternas que iluminaban el
área delante de ellos, pero su visión seguía siendo limitada. No en
vano el salmista dijo, acerca de la palabra de Dios, que era
lámpara a sus pies, y lumbrera a su camino.
¿Te imaginas cuan profunda es la oscuridad sin
ninguna luz alrededor? Una comunidad rural como la que escuchó a Cristo, mientras predicaba el
Sermón del monte, sí que entendió el sentido de dirección que puede ofrecer
una ciudad que brille en la distancia.
El Señor llama a sus seguidores a ser la luz del
mundo, y ciudad resplandeciente sobre un monte (Mt.5.14). Recuerda
que, en la oscuridad, toda luz se vuelve más brillante.
Cuando te encuentres buscando dirección
en tu vida espiritual, piensa en la Palabra de Dios como esa luz a
tus pies, que te puede ayudar a orientarte perfectamente.
Si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna de tinieblas, será
todo luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor (Lc.11.36).
Mientras vivas en esta tierra necesitarás la luz
que te ofrece Jesucristo. Porque solamente cuando llegues a la Patria Celestial no tendrás
necesidad de luz; ni siquiera de sol, porque Dios, el Señor mismo, será
tu luz más resplandeciente… por los siglos de los siglos (Apoc.22:5). ¡Aleluya!
¡Feliz día. Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: TPSH280221)
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