LUNES 30/09/2024
1 CORINTIOS 10.9-12 “Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga” Amén.
Ya hemos visto: La definición natural y bíblica de impío. Cuál es su fin. Quien no es impío. Si hay esperanza para él. Y, para finalizar, veamos: NO PRESUMAMOS POR NO SER IMPÍOS.
Hay veces que nos enorgullecemos por no ser como los otros. Aquí cabe recordar la parábola del fariseo y el publicano, de Lucas 18.9-14.
Voy a resumirte la parábola: Dos hombres fueron al templo a orar; uno fariseo y otro publicano. El fariseo (muy él y para él) oraba para para satisfacer su ego. Daba gracias a Dios por no ser como los otros (como si nuestro parámetro son los otros), inclusive fue capaz de decir no como este publicano (que no sé qué se cree). Yo ayuno, diezmo de todo… etc.
Ahora bien, el publicano (pudiéramos decir el supuesto malo), no quería ni alzar los ojos al cielo, se golpeaba el pecho, pidiendo a Dios Su misericordia por ser pecador.
Final de la historia: Solo uno fue escuchado y justificado (perdonado por Dios). Quien se confió de ser el justo, vino a ser el malvado, ante Dios. Cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
Por tanto, NO NOS ENORGULLEZCAMOS POR NO SER IMPIOS. El que piense estar firme, mire que no caiga.
¡Feliz lunes.
Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
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