Sábado 10.08.2024
1 juan 1.8-9 “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. Amén.
A la Nueva Jerusalén irá quien deje el camino de impiedad, los pensamientos perversos, y se vuelva a Dios (Isaías 55.7).
Seguimos desarrollando esas razones
malvadas que te impedirán regocijarte en la Nueva Jerusalén. Conversaremos
de los hechiceros e idólatras.
¿Quiénes son hechiceros? Todo aquel que, dentro de sus rituales de “buena suerte” acude a las tinieblas y misterios para recibir supuestas bendiciones, sin saber que se está acarreando maldiciones. La Biblia prohíbe todas esas malvadas acciones.
Deuteronomio 18:10-12 da amonestaciones contra tales costumbres: “No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas”.
Si deseas ver a la Nueva Jerusalén, sal corriendo de esas prácticas hechiceras o mágicas. ¡Arrepiéntete! ¡Entonces sí que podrás disfrutarla!
Ay los idólatras… ese es un tema demasiado amplio, pero que la Biblia condena radicalmente. Levítico 19:4 “No se vuelvan a los ídolos, ni hagan para ustedes dioses de fundición. Yo Jehová vuestro Dios”.
En la próxima entrega te daré algunos versículos. Trata de leerlos, pidiendo discernimiento al Espíritu Santo de Dios.
Continuaremos…
Feliz día ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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