Lunes 10.06.2024
Zacarias 10.1 “Pidan la lluvia al Señor en el tiempo de la lluvia tardía, al Señor que hace los nubarrones; Él dará los aguaceros, y hierba en el campo a cada uno”. Amén.
Cuán asombroso es ver cómo la muerte y la vida ocurren tan cerca una de la otra. Y como el amanecer llega después de la hora más oscura de la noche.
Es que luego de la oscuridad del invierno, llegará la brillantez de la primavera. Y un matiz verde y florecido nos llevará a percibir un bosque, que antes era estéril, volviendo a mostrar vida.
Cantan de nuevo las aves. Los capullos de las flores se asoman. Y donde antes solo había muerte, de repente brota de nuevo la vida.
El Señor tiene la clave de todo este misterio, es Él quien entona la canción que lleva a la Tierra hacia la vida, y Su fidelidad se manifiesta como hermosa primavera.
Dios nunca nos abandona, ni siquiera en los momentos más oscuros del invierno.
El Creador que plantó el primer huerto en Génesis, y plantará el árbol de la sanidad, en Apocalipsis, nos sabe enviar sus lluvias primaverales, para revivir nuestra propia Tierra, aunque parezca marchita y seca.
Siempre pongamos nuestra mirada en Dios, con gratitud y adoración.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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