14.05.2024
HECHOS 9.18-20 “Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado. Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco. En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de Dios”. Amén.
Nadie ha pecado más de lo que Dios puede amar, perdonar y sanar.
Antes de la conversión del apóstol Pablo, era conocido como un perseguidor de la iglesia cristiana. ¡Que, además de perseguidor, llegó a estar de acuerdo con la muerte!
¿Crees que la gente confiaría en él después de su experiencia con el Señor Jesús? Sin dudas que no. Pablo se vio precisado a sufrir el desprecio de la gente.
Sin embargo, actuó de manera poderosa en él. Ya Dios le tenía un plan específico; había sido seleccionado para difundir el Evangelio a los gentiles.
¿Puedes predicarle a alguien hostil a la fe con acciones amables y compasivas? Quizás el Señor está planeando usarte como una vez lo hizo con Ananías.
De quien, en Hechos 9.11-16, nos dice que fuera enviado por el Señor, a casa de Judas donde se encontraba Saulo orando, para que le pusiera las manos y recobrara la vista, porque un instrumento escogido era Pablo.
¿O eres de los que piensas que no puedes ser salvado? NADIE está más allá de la tierna gracia de Dios. Solo ¡pídele que hable hoy a tu corazón!
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
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