25.05.2024
romanos 5.1-2 “Justificados, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”. Amén.
Nadie puede atribuirse, ni atribuirle a otro el mérito de la Salvación: Solamente el Señor lo hizo todo. Fue un esfuerzo completo.
Cuando hablas de tu salvación, ¿Cuántas veces usas la palabra “yo”? Ejemplo: “Cuando yo vine a Cristo...”, “Cuando yo le pedí al Señor que morara en mi corazón...”. Esas frases son parte natural del vocabulario, pero dan impresión de que la salvación incluye esfuerzo humano.
La redención NO es una especie de “alianza”, en la que tú y Dios desempeñaron partes iguales. No es que tú hiciste tu trabajo y Dios el suyo; y que el resultado final fue la salvación. ¡Eso es mentira!
Dios NO dejó su obra de salvación a mitad de camino. Tampoco estaba parado en algún lugar, esperando a que lo alcancemos. Él siempre espera el momento en que aceptemos su regalo de vida eterna. La salvación es obra completa de Dios, e iniciativa de Dios; a disposición de todos.
Cuando hables a otros del Padre celestial, asegúrate de mantener el enfoque correcto: en Cristo, el arquitecto, iniciador, obrador y proveedor de nuestra redención.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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