23.05.2024
Josué 2.11, 14 “Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; no ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra. Ellos le respondieron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no denuncias este asunto; y cuando Jehová nos haya dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad”. Amén.
Te invito a leer el capítulo 2 de Josué, a fin de que puedas conocer mejor la historia de Rahab, una prostituta de Jericó, que tuvo fe en que el Señor salvaría a su familia.
Ella decidió proteger a los hombres de Israel y confiar en Dios, arriesgando su vida.
El que confiara en la protección de Dios, le coronó siendo incluida en la historia de ese pueblo. El Señor no tuvo en cuenta el pecado de Rahab, sino que perdonó a toda su familia y salvó su historia.
Rahab eligió el camino de Dios por encima de todo. Cuando su ciudad y murallas cayeron, se unió a la familia de Israel, dándosele un nuevo hogar.
No es nuestro pecado lo que el Señor considera, sino nuestra fe. La historia de Rahab nos recuerda que no tenemos que ser perfectos para que Dios nos use.
No importa lo que hayamos hecho, Él puede restaurar nuestro pasado roto y convertirlo en un futuro lleno de gracia.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
https://www.biblegateway.com/passage/?search=Josu%C3%A9%202&version=RVR1960
No hay comentarios:
Publicar un comentario