17.04.24
Juan 15.14-15 “Son mis amigos, si hacen lo que yo mando. No los llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero los he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, se las he dado a conocer”. Amén.
Solo el amor de Dios en nosotros nos permitirá extender su gracia y su misericordia a otros.
Todos queremos ser amados, y que nos acepten en nuestros días buenos y malos. Ese nivel de amor y aceptación no es tan normal, puesto que se hace difícil amar incondicionalmente. Y más cuando “salta un diablito” y nos lleva a pensar que los demás no pueden amarnos de esa manera tampoco.
Y es ahí el por qué la gente se aguanta tanto, y muestra temor para mostrar su corazón; no queriendo ser juzgados o rechazados. Dios nos invita a experimentar Su tipo de amor y cercanía que lo sobrepasa todo.
Jesús nos llama sus amigos. Por lo tanto, si confiamos en que nos ama incondicionalmente, podremos amar así también a los demás.
Él nos dará sensibilidad espiritual y nos enseñará a ver a los demás como Él los ve. Entonces seremos más comprensivos y extenderemos la gracia y la misericordia que nosotros mismos hemos recibido. Esa es la base de todo lo demás.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario