15.03.2024
*Génesis 22.17-18* “De cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, *por cuanto obedeciste a mi voz*”. Amén.
*Ante lo que Dios te pida, y creas que es imposible: Confía. Verás la recompensa*. Alguien, a quien Dios le pidió algo difícil y casi imposible, fue a Abraham: sacrificar a su amado y tan esperado hijo. Porque *Jehová sí que sabe cómo probarnos.
Dice en *Proverbios 17.3*: El crisol para la plata, y la hornaza para el oro; Pero *Jehová prueba los corazones*.
*Santiago 1.12*: Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque *cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona* de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
*Cuando leas Génesis 22.1-18, podrás darte cuenta* de lo que te resumo a continuación:
1. *Abraham no regateó con Dios* para que se compadeciera de Isaac. Algo que *pudiera considerarse aceptable* desde la perspectiva humana.
2. Abraham “se levantó muy de mañana”, con miras a realizar cada paso de la terrible tarea. *Fue diligente y oportuno (a pesar de la encomienda)*.
3. *Abraham mismo preparó el altar, puso la leña y ató a su hijo*. Qué momento tan angustioso. Pero *confió tanto en Dios que hizo lo humanamente impensable*.
Solo *al accionar, para llevar a cabo el sacrificio, es que el ángel lo detiene*, y *Dios proporciona el carnero para el holocausto*.
Tanto *por lo que él hizo, como por lo que -aunque hubiese querido- se cuidó de hacer*, Abraham *es ejemplo supremo de fe y obediencia*.
Y tú, *¿estás dispuesto a obedecer a Dios, aunque lo que te pida sea tu tesoro más preciado?* Abraham lo hizo, y obtuvo la recompensa.
*¿Te despojarías tan fácil de las bendiciones que te tiene guardadas Jehová?* ¡Piénsalo!
Feliz día. *¡Dios te bendiga!*
Evangelista Wilda Messina
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