08/02/2024
Romanos 5.8 y 11 “Pero Dios muestra su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos sido reconciliados”. Amén.
¿Qué sientes cuando escuchas la palabra pecado? ¿Nada, vergüenza, incomodidad, pena y tristeza…? ¿Sabías que no fuimos hechos para el pecado ni para sus consecuencias?
El pecado -o hamartía, en griego-, significa “errar el blanco” o "no hacer lo recto". Y es por el cual tenemos separación de nuestro Padre celestial. La unión y armonía que Adán y Eva compartían se perdió en el momento en que el pecado entró en escena.
Y hoy, miles de años después de aquella dolorosa brecha, seguimos pecando. La gente se pasa la vida tratando de llenar sus vacíos pecando, cuando solo el amor y la presencia de Dios pueden llenarnos.
Nuestro Señor Jesucristo vino para dar su vida por nuestro rescate, salvarnos del poder del pecado, así como de la muerte eterna.
Si has puesto tu fe en el Señor Jesucristo, puedes regocijarte porque el pecado ya ha sido derrotado por el sacrificio expiatorio en la cruz del calvario.
Si aún no has tomado tu decisión por Jesucristo como tu Señor y Salvador, es bueno que sepas que Él te está esperando para limpiar todos tus pecados, darte paz y vida eterna.
Que tengas feliz día. Y que ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario