03/02/2024
Salmos 34.1-3 “Bendeciré al Señor en todo tiempo; su alabanza estará siempre en mi boca.2 Alabaré al Señor con toda el alma. ¡Escuchen, gente humilde, y alégrense también! 3 ¡Únanse a mí, y reconozcan su grandeza! ¡Exaltemos a una voz su nombre!”. Amén.
Si miras a Dios por medio de su Palabra, tu comprensión de Él se hará mayor, como si estuvieras mirando a través de una lupa.
Verás las maravillas de Su naturaleza y sus obras con mayor claridad. NO podrás evitar alabarlo.
Considera cómo respondió Pablo al ser encarcelado en Roma: Para mí el vivir es Cristo… Sepan que lo que me ha sucedido ha servido para el avance del Evangelio, mis encarcelamientos por Cristo se han hecho evidentes en todo el pretorio, y a los demás. La mayoría de los hermanos ha cobrado ánimo en el Señor, y se atreven a hablar la palabra sin temor (Filip.1.12–14). En lugar de quejarse de la situación, Pablo aceptó con gracia. Entendió que era el camino de Dios para él.
El siempre alababa y exaltaba a Cristo. El Señor le dio una nueva manera de servir: el ministerio en la cárcel y la correspondencia escrita que finalmente terminó siendo el Nuevo Testamento.
Lo que sea que te esté sucediendo —bueno o malo— tienes la oportunidad de glorificar al Señor. Hoy es excelente día para exaltar y magnificar Su Nombre, sin importar la situación.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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