Diciembre 05.2023
Salmos 37.3-4 ”Confía en Jehová, y haz el bien; habitarás en la tierra, y te apacentarás de la Verdad. Deléitate asimismo en Jehová, Y Él te concederá las peticiones de tu corazón”. Amén.
Para evitar equivocarnos sobre la verdad de las Sagradas Escrituras, leamos los versículos en su contexto.
Al estudiar un versículo bíblico, consideremos el contexto (la trama, el hilo, los motivos), así como las condicionantes para recibir las bendiciones. De no entender bien, tendrás ideas equivocadas de Dios.
Si crees que, por arte de magia, Dios obrará, ¡pues NO! No es por desearlo, pedirlo, declararlo, decretarlo o desatarlo. ¡Así no es como funciona! Obediencia es lo que quiere ver el Señor.
Y Salmos 37 es muy buen ejemplo. Veámoslo…
Algunas maravillosas promesas de Dios:
Conceder peticiones del corazón.
Obrar exhibiendo
justicia como luz, y derecho como el mediodía. Sostenernos.
Quebrar el
brazo a los impíos.
Darnos heredad
eterna.
No seremos desamparados
ni avergonzados.
En tiempo
de hambre seremos saciados (porque no hay justo desamparado ni mendigando pan
-vs.25).
Dios hará perecer
al impío y al transgresor, consumiéndolo y disipándolo como humo. Inclusive,
destruirá a su descendencia.
Ahora veamos las condicionantes. Lo que espera Dios de nosotros para ver cumplidas sus promesas:
Deleitarnos en
Él (gozarnos en su Palabra, su obra, y tiempo con Él).
Buscar primero Su reino y Su justicia, y todo lo demás será añadido (Mateo 6.33).
Y continuaremos…
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: Salmos 37)
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