Diciembre 08.2023
Juan 14.15, 21, 23, 24 “Si me amas, guarda mis mandamientos. El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. …El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que NO me ama, no guarda mis palabras…”. Amén.
Cuando amamos a Dios, queremos obedecerlo siempre. ¿Estamos demostrando con nuestros hechos que realmente lo amamos? Cuán cierto es que las acciones hablan más fuerte que las palabras.
La medida de nuestro amor está relacionada con la obediencia a los principios de Dios. Fíjate que en estos versículos de hoy Cristo lo enfatizó varias veces.
Un compromiso a medias (o una excusa mal avalada) pueden parecer buenos para algunos, pero Dios conoce bien la diferencia.
Como creyentes, pudiéramos levantar las manos y adorar, decir palabras bonitas, pero sin obediencia a la Palabra de Dios, lo que estamos mostrando al Señor es un afecto tibio y vacío.
Las obras vacías no son bien vistas. Y dejar de hacer lo que se debe, muestra cuán bajo o desventurado se pudiera ser.
Es de sabios seguir las instrucciones de Dios. Y no tratar de envolver al mundo con falsas intenciones. Quien no ama a Dios es quien NO guarda sus palabras, ni hace lo que tiene que hacer.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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