1 Reyes 17.2-4,7 “Y vino a él (a Elías) palabra de Jehová, diciendo: Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Beberás del arroyo; y Yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra”. Amén.
El Señor siempre obra para nuestro bien, pero no siempre de una manera que comprendamos. Hay momentos en los que vendría bien un milagro, pero Él NO lo concede, y sentimos decepción o enojo.
Dios obra de maneras sobrenaturales u ordinarias, y es quien determina el método. Por ejemplo: Elías recibía alimento sólido mediante cuervos, pero el agua del arroyo era natural. Y cuando este se secó, el Señor pudo haber hecho brotar más agua, pero no lo hizo.
A veces, Dios utiliza medios ordinarios para movernos en nueva dirección. La restricción del suministro de agua abrió la puerta para la siguiente tarea de Elías.
Cuando el Señor retiene una intervención milagrosa y deja que tu arroyo se seque, es porque tiene otra cosa pensada para ti.
Busca la “huella digital” de Dios en las actividades rutinarias del día. Él estará ahí, poniendo fin a una oportunidad para dar inicio a la otra.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
Reflexión del 20.10.2023
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