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Génesis 25.29-33 “Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, le dijo: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. …. Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? Y dijo Jacob: Júramelo. Él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura". Amén.
Esaú renunció a una posesión tan valiosa por una necesidad temporal. Según Hebreos, se debió a un corazón impío (12.16… no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura).
Esaú, en vez de valorar lo que Dios le había dado, se preocupó por necesidades momentáneas. Su gran problema fue no dejar espacio para lo que verdaderamente tiene valor eterno… los asuntos de Dios.
Si somos seguidores de Cristo, debemos confiar en la sabiduría del Señor en lugar de en la nuestra. Si para ti lo más importante son tus deseos y necesidades inmediatos, que el Señor te ayude a entender y a discernir.
Como le ocurrió a Esaú, ciertas decisiones que tomes pudieran tener consecuencias a largo plazo. Así que, a confiar en el Señor y a considerar con mucho cuidado el resultado eterno, antes de dar un mal paso.
Feliz día, amado amigo y hermano. Y ¡que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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