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Salmos 119.105-106, 112 “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Juré y ratifiqué que guardaré tus justos juicios. Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos de continuo, hasta el fin”. Amén.
Por ajetreada que sea tu vida, sacas tiempo para leer lo que te interesa. ¿Si o no? Y nada es mejor lectura que la Palabra de Dios.
Te muestro un breve ejercicio que puede ayudarte a que te des cuenta de que si hay tiempo para leer la Biblia…
Fotocopia un libro de la Biblia que más te atraiga (para iniciar el ejercicio), córtalo en secciones y pégalo con cinta adhesiva donde puedas verlo frecuentemente… en paredes, puertas, closets, etc.
En poco tiempo habrás leído y releído el libro seleccionado. ¡Ves que se puede!
¿Por qué no poner en práctica este simple ejercicio? Pídele al Señor que te hable mediante esas lecturas. Mientras leas, ora y utiliza las palabras con las cuales el Espíritu Santo llame tu atención. Aprende a escuchar lo que el Señor quiera decirte.
Orar con las palabras de la Biblia eleva tu vida espiritual a nuevo nivel. Te encontrarás deseando ir más allá de una comprensión elemental de la fe. Además, desearás ser cada vez más obediente a lo que lees. Y te enamorarás más del Autor.
Feliz día, mi amado amigo y hermano. ¡Que Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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