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Juan 10:1
“De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra puerta, ése es ladrón y salteador”. Amén.
Veamos algunas
diferencias entre ovejas y cabras…
Las ovejas tienen una especie de manto (pelaje) que recubre su cuerpo. Pudiera representar cobertura del Espíritu Santo en la vida del creyente.
Es un manto sensible. Pudiera perderse en cualquier momento, como ocurre con la presencia de Dios, si no la cuidamos.
Las ovejas no tienen cuernos. No les hace falta porque no son peleadoras y ni pueden herirse entre sí.
Las cabras si tienen cuernos. Los necesitan porque son peleadoras y acostumbran a herirse entre ellas.
Las cabras son independientes, ágiles y curiosas. Sobreviven en libertad, adaptándose al medio sin necesidad de ser guiadas por un pastor (son expertas autodirigiéndose).
Las ovejas sí que tienen necesidad de ser pastoreadas de modo que necesitan de su pastor para ser alimentadas, guiadas y protegidas de cualquier asechanza de los depredadores.
A las cabras les gusta comer las hojas tiernas de los árboles, cortándoles las puntas e impidiendo su natural desarrollo. Se comen las hojas, los retoños, las enredaderas, los tallos tiernos y arbustos, incluso maleza, se lo comen todo.
Las ovejas prefieren comer pasto, hierbas y gramíneas cortas, así como leguminosas y tréboles. ¡Interesante ser una oveja!
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: Bibliatodo)
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