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Continuando con Efesios 6.18-19
“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del Evangelio”. Amén.
Otros tópicos por destacar, acerca de orar…
3. Podemos orar en ocasiones especiales: En momentos difíciles (Salmos 55:16). Cuando necesitamos sabiduría y dirección (Santiago 1:5). Somos tentados (Salmos 69:1). Perseguidos (Salmos 7:1). Cuando nos llega una comunicación inquietante (Isaías 37:14). Una enfermedad (Santiago 5:14) y cuando nos encontramos en cualquier clase de necesidad (Filipenses 4:6).
4. Podemos usar toda clase de oración. Con toda perseverancia y súplica. Sugiere que la oración puede consistir de Adoración, Alabanza, Acción de Gracias, Petición, Ruego o Intercesión. Oración individual (Mateo 6:6), y en comunidad (Hechos 12:5).
5. Debemos perseverar en la oración. Siempre debemos seguir orando y manteniéndonos alerta. Miremos a Lucas 18:1 y comparémoslo con 11:5-8. Necesitamos persistencia, miremos 1 Reyes 18:43.
6.
El apóstol Pablo refiere de que debemos estar velando. Esto nos indica que hay
peligros al orar.
Hay el peligro de:
(l)
Distracción. ¡Cuántas cosas interfieren al
orar!
(2)
Cansancio. Por agotamiento o preocupación con
cosas del mundo.
(3)
Desánimo. ¡Nos volvemos impacientes al no
tener respuestas!
(4)
Desesperación. En vez de confiar en Dios nos carga
un sentimiento de frustración e inutilidad de orar.
(5) Hay peligro de Derrota. Si, aplastantes derrotas. Revisemos el ejemplo en Jueces 16:20.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia:
Words.of.Life.Ministries)
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