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“Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. …”. Amén.
Muchas veces dejamos que las circunstancias determinen nuestra actitud. Si la vida va bien, nos sentimos bien, pero cuando se pone difícil, nuestro ánimo se cae.
Como cristianos, no tenemos que vivir así. Al igual que el apóstol Pablo, podemos aprender a estar contentos a pesar de lo que Dios permita que enfrentemos en la vida.
Recordemos que Dios permite varios tipos de sufrimientos para ayudarnos a madurar en la fe y ser más como Cristo.
Contentamiento es la capacidad de aceptar la vida como es. Dicha aceptación es posible solo si mantenemos una perspectiva bíblica y confiamos en el poder de Dios en medio de nuestras debilidades.
Ahora bien, cuando las dificultades se deben al abuso o al pecado de alguien más, los pastores o consejeros cristianos pueden ayudarnos a discernir cómo protegernos.
Sumisión y confianza son elementos vitales para experimentar contentamiento. Mientras intentemos controlar o salir de las situaciones por nosotros mismos, nos estresaremos y sentiremos el descontento.
Al aceptar con gozo (lo que Dios permite), descubriremos el contentamiento que solo Él nos puede dar.
Muy feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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