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Hechos 9.1-2 nos refiere que Saulo, lleno de amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote, pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que, si hallase algunos de este Camino, los trajese presos a Jerusalén.
10-12 Había en Damasco un discípulo llamado Ananías, el Señor dijo en visión: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; quien ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que le pone las manos para que recobre la vista”. Amén.
¿Te gustaría ir a lo seguro, o prefieres tomar riesgos? Sabemos que arriesgarse puede traer resultado incierto e implicar pérdidas.
Desde un punto de vista humano, eliminar el daño potencial tiene sentido. Pero para los cristianos, la incertidumbre es parte de andar por fe. Desde la perspectiva de Dios no existe peligro, pues Él lo controla todo y nunca deja de cumplir sus propósitos.
La Biblia refiere de muchas personas que obedecieron al Señor en situaciones impredecibles. Uno de ellos, Ananías, discípulo enviado por Dios para ministrar al recién convertido Saulo. Ananías arriesgó su vida al visitar a este enemigo del cristianismo.
También Saulo vivió en peligro después de su conversión, al predicar en obediencia el mismo evangelio que antes se había opuesto.
Estos dos hombres obedecieron a pesar de la incertidumbre, y fueron usados por el Señor en gran medida.
Recuerda que cada vez que te enfrentes a un riesgo, es oportunidad de experimentar la fidelidad del Señor.
Muy feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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