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“No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros, sino que nuestra
competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros
competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la
letra mata, más el espíritu vivifica”. Amén.
Confiar en Dios es fácil cuando todo va bien o nos sentimos competentes. Pero ¿eso se trata de fe
genuina o de algún tipo de autosuficiencia?
El apóstol Pablo dijo: “Nuestra
competencia proviene de Dios”. Si el
Señor nos llama a hacer algo, aunque parezca imposible o irrazonable, Él nos
equipará para ello. Pero si dejamos que el miedo, la insuficiencia o indignidad
nos hagan dudar de Él, podríamos perder la oportunidad.
Por estar escuchando voces equivocadas, hay veces que nos da miedo aventurarnos en nuevas
tareas. El diablo siempre trata de engañarnos y sembrar dudas en nuestra mente,
para que no confiemos en el Señor. Él detesta ver al creyente dejar de lado el
miedo, decidir creer en Dios y seguir adelante en obediencia.
Una tarea desafiante para el Señor es vernos tomar atajos. Cuando Dios muestra una oportunidad de servirle, decidamos
tomar su camino, aunque nos sintamos incompetentes.
No estamos llamados a vivir con miedos, sino por fe.
Si encuentras una encrucijada en el camino, recuerda que tu competencia no está en ti, sino en
Dios. Confía en el Señor, y da todos los pasos que sean necesarios, y de
acuerdo a su voluntad.
Feliz día.
¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
(Referencia: En.Contacto)
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