#3,441
Efesios 4.30
“Y no aflijan al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la Redención”. Amén.
¿Has considerado cómo ciertas actitudes y acciones tuyas entristecen al Espíritu Santo?
Cuando eres salvado de condenación eterna (que es solo al recibir a Jesucristo en tu corazón como Salvador), el Espíritu Santo viene a morar en ti, sellándote como posesión de Dios.
Dejas de ser tu dueño, pasando a pertenecerle al Señor. Por lo que se te hace tan placentero vivir bajo los lineamientos de Jesucristo y la Palabra de Dios.
Es obvio para quienes no tienen a Cristo en su corazón (que aún no han sido sellados con el Espíritu), mentir, adulterar, robar y tantas malicias más, las cuales les pueden hacer quedar muy bien ante los hombres, pero no delante de Dios.
Isaías 63.10 nos dice que, siendo rebeldes, hacemos enojar el Santo Espíritu de Dios, Él se vuelve nuestro enemigo y pelea contra nosotros.
Toda área de la vida se ve muy afectada cuando nos negamos a dejar que sea Jesucristo quien dirija nuestro timón.
Hebreos 10:29 dice que es grandemente castigado quien pisa al Hijo de Dios, y tiene por inmunda la sangre del pacto que santifica, que eso es un ultraje al Espíritu de gracia.
Un espíritu alineado con el Espíritu Santo hace que todo fluya, permitiendo mostrar a otros la gracia y misericordia de un Dios de amor y perdón.
Por nada intentemos apagar el Espíritu de Dios (1Tesalonic.5:19).
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
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