# 3,359 22/09/2022
Isaías 55.1-3
“A todo sediento: Venga a las aguas; y los que no tienen dinero, vengan, compren y coman. Vengan, compren sin dinero… ¿Por qué gastan el dinero en lo que no es pan, y su trabajo en lo que no sacia? Óiganme atentamente, y coman del bien, y se deleitará su alma... Inclinen su oído, vengan a mí; oigan, vivirá su alma; y haré con ustedes pacto eterno, las misericordias firmes a David”. Amén.
¿Alguna vez te has parado frente al refrigerador, solo por deseos de satisfacer el apetito? Otras veces, buscas algo distinto a comida; una carrera universitaria, bienes, relaciones… Es que el alma trata de encontrar satisfacción, pero nada del mundo llena ese vacío.
Aunque no lo reconozcamos claramente, todos conocemos ese sentimiento de insatisfacción, y cada vez que intentamos encontrar deleite con sustitutos mundanos, frustración y desilusión están presentes.
Un alma vacía puede llenarse con uno de dos menús. El de Satanás, que está lleno de múltiples opciones que prometen satisfacción y placer; y que trae mucha satisfacción, pero de puro engaño.
Por otro lado, está el menú de Dios. Este, parece pequeño, ya que ofrece una única opción: al Señor Jesucristo. El único que llena todo vacío.
¿Has encontrado la satisfacción que buscas, o llevas una vaga sensación de descontento en tu alma?
Cuando decidas pasar tiempo con el Señor Jesucristo, y ser parte del pueblo de Dios, serás llenado como nadie puede estarlo.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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