17/08/2022
Marcos 3.10-11
“Porque había sanado a muchos (Jesús); de manera que, por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él. Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de Él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios”. Amén.
Si buscas la palabra “tocar” en una concordancia bíblica, descubrirás que, en muchos casos, involucra al Señor Jesús. Muchos fueron sanados cuando el Señor les tocó. Y su toque iba más allá de lo físico, ya que alcanzaba las necesidades espirituales.
El ministerio evangelístico requiere de manos que ayuden y sirvan mientras proclaman las Buenas Nuevas de Cristo. Es preciso tocar vidas, no solo hablando del Señor Jesucristo, es también demostrándoles amor y compasión genuinos.
Nuestros corazones, labios y manos deben funcionar juntos para cumplir la misión de la Iglesia de cambiar el mundo.
Al unirnos, como un Cuerpo de creyentes, impactaremos vidas por medio del poder de la oración, la Palabra, el discipulado y el compañerismo. Todo eso, es necesario para llamar a los perdidos a la Salvación.
El Señor Jesús tocaba y transformaba vidas y, como sus seguidores que nosotros somos, debemos hacer lo mismo. ¿Estás dispuesto a dejarte usar por Dios para tocar un corazón que necesite de Cristo? ¡Veras que es algo maravilloso!
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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